El turrón ha sido siempre un producto tradicional de nuestra cultura ligado a las fiestas navideñas, uno de esos sabores que sólo puedes disfrutar en los últimos meses del año y que tiene un gran simbolismo familiar.
El turrón duro (Turrón de Alicante) o turrón blando (Turrón de Jijona) son los dos tipos de turrones más conocidos en el mundo. Ambos están englobados como turrones tradicionales. Es el sabor auténtico, el que nos ha llegado de la influencia árabe hace más de 500 años.
Sin embargo, a pesar de que estos sabores consiguen enamorar a un mayor número de consumidores, son muchos los obradores artesanos los que han decidido apostar por innovar con el producto y lanzar al mercado nuevas propuestas.
El objetivo es conseguir que el turrón siga siendo el producto estrella en nuestra mesa, apostando por tabletas con nuevos sabores y formatos, ideales para consumir en cualquier época del año.
¿Cómo es el turrón de ahora? ¿Qué necesitas para emprender con un producto tan tradicional?
Del turrón tradicional al turrón innovador
El turrón ha evolucionado a la par que lo ha hecho la sociedad, incorporando nuevas técnicas en su elaboración, buscando sabores cotidianos y adaptándose a un consumidor cada vez más exigente.
El turrón tradicional, masa de miel cocida y azúcar a la que se le añade clara de huevo y almendras tostadas, sufrió una primera evolución al incorporar otros ingredientes a la masa como otros frutos secos, chocolate o frutas confitadas.
Resultados que han tenido una gran aceptación, pero que no sirvieron para que el producto pueda consolidarse como un dulce típico de nuestro día a día. El turrón de chocolate, por ejemplo, uno de los más consumidos en España, no superaría las altas temperaturas del verano.
Sin embargo, esta propuesta sirvió para ampliar la oferta de turrones y conseguir acaparar a un público más joven.
Ahora la tendencia lo marca “lo selecto”.
El boom que está teniendo el sector gastronómico nos lleva a buscar sabores sorprendentes con los que enamorar al consumidor más exquisito. Turrones de Gin Tonic, Mojito, Croissant, té, pastel de limón e incluso, jamón ibérico se presentan como alternativas culinarias para ser consumidas en cualquier ocasión.
En otra línea de innovación, se encuentran los turrones bio 100% artesanales. Turrones elaborados con ingredientes de primera calidad, que no llevan conservantes ni colorantes y que apuestan por productos ecológicos.
El estilo de vida ha cambiado y ahora nos preocupa más los alimentos que ingerimos. Por eso, buscamos turrones más saludables, con menor proporción de azúcar añadida y que permita cuidarnos sin renunciar a su sabor.
En el mercado podemos encontrar falsos turrones de brócoli y zanahoria, una propuesta que llama la atención del consumidor vegetariano/vegano y que puede ser una línea de investigación con la que emprender en el sector en los próximos años.
Además, se imponen los turrones de frutas frescas, como la mandaría o la frambuesa, pero también las frutas exóticas, como el mango.
El turrón se incorpora como postre buscando nuevos formatos que van más allá de su forma habitual (cremas, mouse, etc.) y se pasa de las tabletas para consumir en familia a la mono-dosis, pequeños paquetes para consumir en cualquier lugar, fáciles de transportar por ser más ligeros.
Los turrones del siglo XXI buscan causar nuevas sensaciones en el cliente, encontrando el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad. Las maquinas para la elaboración de turrón también evolucionan, adaptándose a los tiempos actuales y ofreciendo un producto de mayor calidad con el que seguir innovando.